Originaria de China, la práctica del bonsái tiene 1.500 años. Actualmente se considera inseparable de la estética japonesa. Requiere mucho conocimiento y dedicación porque cada bonsái es único, a través de una variedad de formas, tamaños, edades, especies. ¡Es más que una planta! Para nosotros es una escena de la naturaleza en miniatura.