¿Qué hacer en el jardín en noviembre?

En noviembre, el mantenimiento del jardín es fundamental para preparar el invierno y favorecer una recuperación saludable de las plantas en primavera. Estas son las principales tareas a completar este mes para mantener su jardín saludable durante la temporada de frío.

Las hojas muertas deben recogerse periódicamente para evitar que se acumulen en el césped y favorezcan el desarrollo de enfermedades. Estas hojas se pueden reciclar para convertirlas en abono o mantillo para proteger las plantas y enriquecer el suelo.

Si el tiempo sigue siendo templado, es posible realizar una siega final en noviembre. Coloque el cortacésped un poco más alto para evitar debilitar el césped. Elimine los residuos del corte para evitar que el césped se asfixie durante el invierno.

Ciertas plantas como los rosales o los arbustos frágiles requieren una protección especial. Puedes aplicar mantillo alrededor de la base para proteger las raíces, e incluso cubrir las partes aéreas con una manta de invierno.

Los arbustos que florecen en verano se pueden podar ligeramente para eliminar las ramas muertas o enfermas. Sin embargo, en el caso de los árboles frutales, también se recomienda una poda ligera para eliminar la madera muerta y favorecer la fructificación futura.

Noviembre es bueno para plantar árboles y arbustos de raíz desnuda, ya que el suelo aún está cálido y húmedo. Esto les permite echar raíces mucho antes del invierno. Este también es un buen momento para dividir y replantar plantas perennes.

Si tiene bulbos de primavera (tulipanes, narcisos, azafranes) para plantar, esta es la última vez que los plantará en el suelo antes de la primera helada. En el caso de las plantas en macetas, recuerda ponerlas a cubierto o protegerlas bien.

Noviembre también es una época ideal para limpiar, afilar y guardar herramientas. Esto alarga su vida útil y permite salir con el equipo en buenas condiciones la próxima primavera.

En noviembre, el proceso de compostaje suele estar muy avanzado. Es el momento de darle la vuelta para airear la materia orgánica en descomposición y, si es necesario, taparlo para protegerlo del exceso de lluvia.