La producción de KIWI se inició en Nueva Zelanda, de ahí que el nombre de esta cepa china haga referencia a esta extraña ave corredora. Sus frutos peludos y con forma de huevo son muy ricos en vitamina C y llegan a nuestros lineales en invierno. Esta planta perenne de follaje caducifolio medirá entre 5 y 10 metros de altura cuando esté madura. Le gusta la exposición al sol hasta la sombra parcial. Muy resistente, le gustan todo tipo de suelos menos los calizos y bien drenados. Se planta entre marzo y mayo o entre septiembre y octubre. ¡La cosecha de fruta se realiza entre septiembre y febrero!